
The Grove
(La Arboleda)

En la naturaleza, cuando encontramos un conglomerado de árboles y plantas, encontramos un santuario natural, una manifestación física de lo que es un espacio sagrado, una fuente de fuerzas accesibles para nuestra plenitud, devoción y sanación.
El templo vivo de los árboles es base para la creación de rituales privados, para nuestras expresiones de devoción, para trabajar la sanación, para entrar en contacto con nuestra propia naturaleza.
Si no estamos provistos del ambiente natural, en cualquier momento podemos crear uno, pequeño, hasta en nuestro lugar de trabajo. Solo necesitaríamos algunas plantitas y piedritas que propicien la energía natural, y así podemos tener un enfoque e invocar las energías de la Arboleda a nuestro ambiente. Esto ofrece un santuario instantáneo hasta en el lugar más alborotado y denso.
Con el tiempo, nuestro Grove se convierte en un altar Vivo, en un templo y santuario con Vida propia, y se comienza a formar un espíritu vivo propio (the spirit of place). Al aumentar la santidad del Grove, aumenta la atracción y la presencia de seres físicos y espirituales que desean habitar en este lugar y protegerlo.
Los diferentes horarios del día, los astros y faces de la luna y las condiciones del tiempo cambian las energías y ánimos del Grove; experimentarlo nos dará sabiduría y conocimiento.
En cada árbol y arboleda habitan los 5 elementos, lo que posibilita establecer una conexión con cualquiera de ellos en el Grove.
Muchas arboledas pulsan con fuerza en su centro por estar situadas encima de corrientes síquicas de energías llamadas “ley lines”, y un círculo de árboles concentra esta energía en su centro.
Todos los árboles limpian y recargan el aura con su fluido verde y su capacidad de transformar (gran capacidad de transformar energía solar en fuerza vital y oxígeno, etc.). Esta esencia verde y su fuerza pueden habitar en nuestro interior aún con solo proyectarnos astralmente en un bosque rodeado de árboles.